El fulgurante éxito de la Reforma de Edificios
El efecto de la «Descongelación«
Las empresas de reformas de edificios experimentan un crecimiento sólo equiparable al parón que sufrieron tras la brusca irrupción de la Pandemia Covid-19.
Actualmente es muy difícil encontrar empresas que no tengan su agenda de trabajo cubierta para los próximos tres meses, y eso que no son pocos los presupuestos que han estado parados un año.
Cuando hablamos de reformas, nos referimos a la consabida albañilería, pero también a la fontanería, carpintería, metalistería etc.
Las razones para esta «tormenta perfecta» son varias, entre las cuales está el factor de la «descongelación» de reformas y proyectos que permanecieron pendientes durante la reciente pandemia Covid-19, que hoy en día se da por superada.
Del mismo modo, esas reformas en edificios casi siempre requerían de una reunión que alcanzase un acuerdo, reuniones que estuvieron legalmente suspendidas desde mayo de 2021 (más de un año después de la irrupción de la pandemia Covid-19), hasta el 31 de diciembre de ese mismo año.
Pese a todo, hubo reuniones de aprobación de reformas, pues había convocadas jugosas subvenciones de Rehabilitación, convocadas por la CCAA de La Rioja que fueron masivamente solicitadas en junio de 2021, cuando vencía el plazo para hacerlo.
Esas Subvenciones no fueron resultas provisionalmente hasta prácticamente mayo de 2022, casi un año después. Un año donde el incremento de los precios del sector de la construcción y las materias primas ha sido portada de informativos.
Pero lo que es aún peor, las previsiones económicas de los edificios y sus vecinos se han ido al traste, pues los presupuestos aprobados en 2021 han sufrido incrementos superiores al 10%.
Y por el momento no se prevé que las Subvenciones contemplen esos incrementos.
El resultado ha sido, en el mejor de los casos, un incremento sobrevenido de la aceptación de presupuestos de reforma, cuando no la reformulación de los mismos, y aceptación imprevista (al mejorar el precio del ofertante anteriormente adjudicatario).
A la carga sobrevenida de trabajo, incluso sometida a plazos dictados por la Administración Pública concedente de las subvenciones, se añade la falta de mano de obra cualificada para atender esa gran demanda.
Además, tras la «descongelación» de las reuniones, no han sido pocos los edificios que se han animado a ejecutar reformas que tenían aparcadas hace tiempo, añadiendo más carga de trabajo a unas empresas que ya no tienen tiempo ni para redactar nuevos presupuestos.
Los plazos de ejecución de las obras ya se miden por meses, o incluso a un año vista, con los consiguientes incrementos de precio que ello pueda suponer.
Diego Collado Mazo.